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viernes, 16 de septiembre de 2022

La reserva cognitiva en el envejecimiento, o de cómo aprender otro idioma puede alargarte los años de claridad mental


De acuerdo a datos del Banco Mundial, a principios de los 60s la esperanza de vida en México era alrededor de los 60 años, mientras que actualmente es alrededor de los 75 (años). Aunque seguimos por debajo de otros países como Japón cuya esperanza de vida es alrededor de los 85 años, en la actualidad en México vivimos 15 años más que cuando sonaba Elvis con su hit “Es ahora o nunca” en la radio (https://youtu.be/Uwelrtb8Oho).

Pero, ¿de qué nos sirve alargar la vida si no podemos vivirla plenamente? De acuerdo a un estudio de Timothy Salthouse de la Universidad de Virginia publicado en el 2009 (Salthouse, T. A. (2009). When does age-related cognitive decline begin?. Neurobiology of aging, 30(4), 507-514), llegamos a nuestra cúspide cognitiva alrededor de la segunda y tercera década, y de ahí para abajo. En dicho artículo, que a la fecha ha acumulado alrededor de 2 mil citas, Salthouse aclara que no todas nuestras facultades cognitivas empiezan a decaer en la juventud, ya que algunas, como nuestro manejo del vocabulario, siguen incrementándose incluso hasta la sexta década.  Desafortunadamente, a partir de esa misma década el deterioro en las facultades cognitivas fluidas empieza a ser más pronunciado.

¿Hay esperanzas?

Una pregunta fundamental entonces es, ¿podemos hacer algo para prolongar lo más posible nuestra salud cognitiva? Estudios recientes sugieren que sí. Ellen Bialystok de la Universidad de York, en Toronto, publicó un artículo de opinión en el que muestra información sobre el efecto positivo que tiene el aprender un segundo idioma, sobre lo que se conoce como la “reserva cognitiva” (Bialystok, E. (2021). Bilingualism: Pathway to cognitive reserve. Trends in cognitive sciences, 25(5), 355-364). El término de reserva cognitiva se refiere a la disociación entre el nivel cognitivo y la integridad cerebral. De tal manera que un mayor deterioro de la integridad cerebral no va acompañado de un deterioro cognitivo equivalente. Es decir, Bialystok defiende que un deterioro en la integridad cerebral resultaría en un menor deterioro cognitivo si se aprende un segundo idioma.  Ella discute cuatro puntos para defender su opinión: (I) los bilingües presentan mejor desempeño cognitivo que lo que se podría predecir por la integridad cerebral en adultos mayores, (II) los bilingües presentan síntomas de demencia a mayor edad, (III) los bilingües requieren tener más daño cerebral para el mismo nivel de demencia que los monolingües, y finalmente (IV) una vez que se manifiesta la demencia en los bilingües, esta progresa más rápido, ya que dichos pacientes son mayores y tienen más deterioro cerebral.

Desempeño cognitivo y el efecto de la reserva cognitiva debido por ejemplo a aprender un segundo idioma

Habrá que ponerse a aprender otro idioma, pero de ¡ya!

Tal vez todas estas evidencias que sugieren realmente que aprender un segundo idioma es benéfico para que no se nos amuele tan rápido nuestra mente con la edad, nos puede ayudar a tomar la decisión de retomar esas clases de inglés, o francés o el idioma que más se nos antoje. Después de todo, el aprender ese idioma no solo nos ayudará a la salud cognitiva per se, sino que tal vez nos dé el último empujón para viajar a algún país que nos gustaría visitar, en el que se hable esa lengua recién aprendida. Total, hay que apresurarnos antes de que se nos olvide que hay que gozar la vida, como diría el gran Elvis… ¡ It´s now or never!