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jueves, 26 de marzo de 2015

¿Te estabas apresurando o rezagando?, o el efecto del castigo y la recompensa en el aprendizaje motor.



Una de las películas más memorables del año pasado fue Whiplash, dirigida por Damien Chazelle, y que contó con la formidable actuación de J.K. Simmons como el maestro Fletcher. En dicha obra se nos muestra cómo el instructor de música pretende lograr la perfección del alumno utilizando una severa dosis de castigo combinada con breves momentos de recompensa. Bueno, pues en el número de Abril de este año de Nature Neuroscience Joseph Galea, Elizabeth Mallia, John Rothwell y Jörn Diedrichsen, de las Universidades de Birminghan y del University College London de Inglaterra, publicaron el artículo titulado: The dissociable effects of punishment and reward on motor learning. En este artículo los autores evalúan experimentalmente el efecto de aplicar recompensas o castigos durante una tarea de aprendizaje motor.

¿Se abofetearon a los participantes, o qué demonios hicieron?


A diferencia de Fletcher que cacheteaba o humillaba a sus estudiantes, este grupo de investigación les daba 10 libras esterlinas a cada participante al principio de cada sesión, pero les advertían que durante los ensayos de castigo podrían perder dinero, mientras que en los de recompensa podrían ganar aún más. Finalmente, aunque los participantes no lo sabían, como todo, el experimento estaba balanceado, los sujetos salían aproximadamente con sus mismas 10 libras iniciales.

El experimento fue muy sencillo, los participantes solo tenían que mover una palanca que controlaba un cursor en una computadora, de tal manera que el cursor se moviera de un punto a otro en una pantalla. Sin que los participantes supieran, los investigadores introducían una perturbación en el movimiento del cursor, y entonces los sujetos tenían que aprender a compensar por dicha perturbación. El punto es que en algunos ensayos los participantes eran castigados dependiendo del error al llevar el cursor al punto final, y en otros eran recompensados por qué tan cercanos quedaban del punto final.

¿Y que encontraron?

Bueno, pues lo que encontraron estos investigadores fue que el castigo aceleraba el aprendizaje, es decir los sujetos aprendían a compensar la perturbación más rápidamente cuando eran castigados. En contraste, la recompensa no aceleró el aprendizaje, sino que al parecer los sujetos retuvieron mejor lo que habían aprendido una vez que se retiraba la perturbación, es decir una vez que aprendían algo motivados por la recompensa, ese aprendizaje era más difícil de extinguir. Estos resultados son bien interesantes, porque sugieren la interacción de dos mecanismos cerebrales independientes que tienen efectos diferenciales en la plasticidad del aprendizaje motor.

 “People, they love blood. They love action. Not this talky, depressing, philosophical bullshit”.



Ok, si tomamos el consejo “Inarritú” (como lo pronunciaron en los Oscares...) que va más allá del interés científico, entonces deberíamos de analizar el lado práctico: Tal vez la técnica de Fletcher si era la adecuada. Déjenme evaluar a mis estudiantes a ver qué tal nos va… solo espero que el Consejo Universitario haya visto  la última escena de Whiplash para que aprecie mi nuevo método de enseñanza….