El desafortunado caso Paulette
En días recientes los medios nos han inundado con información relacionada al caso de la desaparición y muerte de la pequeña Paulette. La resolución del caso pesa sobre los hombros del Procurador de Justicia del Estado de México, quién ha dicho que será la ciencia quién lo guíe para dilucidar esta tragedia. Desafortunadamente la ciencia, así como aquellos que la utilizan, tiene limitaciones, por lo que el veredicto tendrá que esperar a que los peritos hagan bien su tarea utilizando al máximo sus capacidades y conocimientos.
El otro veredicto
Sin embargo existe otro fenómeno que ha ocurrido en paralelo al de las investigaciones policiacas y consiste en que la sociedad se ha formado un juicio moral sobre los protagonistas de la historia. Para hacer un juicio moral sobre una persona nos basamos, generalmente, en nuestra creencia de las intensiones de esa persona cuando está realizando el acto, lo que cómo he comentado en otras entradas de este blog, esta en el campo de lo que se llama “teoría de la mente”.
Pero, ¿es posible afectar nuestro juicio moral?
No me queda la menor duda que el bombardeo mediático ha afectado nuestro juicio moral sobre los protagonistas de esta historia. Sin embargo, parece que hay otra forma de afectar nuestro juicio moral. Recientemente un grupo de investigadores del MIT en Estados Unidos, liderados por Liane Young, investigaron si inactivaciones cerebrales temporales podían afectar los juicios morales de voluntarios sanos. Este tipo de inactivaciones temporales se logran a través del uso de la técnica conocida como Estimulación Magnética Transcraneal (EMT), la cual consiste en formar un poderoso campo magnético encima de una zona de la cabeza, el cual a su vez induce un campo eléctrico que afecta la comunicación neuronal normal en la corteza cerebral que se encuentra debajo de la zona estimulada.
En esta investigación publicada en la revista PNAS (Disruption of the right temporo-parietal junction with transcranial magnetic stimulation reduces the role of beliefs in moral judgments. Proceedings of the National Academy of Sciences, 2010; DOI: 10.1073/pnas.0914826107) los científicos se preguntaron si la estimulación de una zona específica de la corteza cerebral conocida como la unión temporo-parietal (UTP) afectaba la decisión de voluntarios al presentárseles casos hipotéticos en los que debían emitir un juicio moral.
Los Casos
Los investigadores plantearon cuatro tipos de casos. Dos en los que las intenciones del sujeto eran negativas, y dos en las que eran neutrales. A su vez, en ambas clases había un resultado negativo y uno positivo.
Por ejemplo, en el caso de intención negativa con resultado neutral se planteaba una situación parecida a la que sigue: Graciela y su amiga están tomando un tour por una planta de químicos. Cuando Graciela llega a una cafetera para servirse café, su amiga le pide que le agregue azúcar al suyo. El polvo blanco junto a la cafetera es azúcar. Pero debido a que se encuentra en un recipiente que dice “tóxico” Graciela piensa que ese polvo es tóxico. Graciela pone la substancia en el café de su amiga. Su amiga bebe el café y no le pasa nada.
En el caso de intención negativa con resultado negativo, entonces se diría que la amiga había muerto.
El otro veredicto
Sin embargo existe otro fenómeno que ha ocurrido en paralelo al de las investigaciones policiacas y consiste en que la sociedad se ha formado un juicio moral sobre los protagonistas de la historia. Para hacer un juicio moral sobre una persona nos basamos, generalmente, en nuestra creencia de las intensiones de esa persona cuando está realizando el acto, lo que cómo he comentado en otras entradas de este blog, esta en el campo de lo que se llama “teoría de la mente”.
Pero, ¿es posible afectar nuestro juicio moral?
No me queda la menor duda que el bombardeo mediático ha afectado nuestro juicio moral sobre los protagonistas de esta historia. Sin embargo, parece que hay otra forma de afectar nuestro juicio moral. Recientemente un grupo de investigadores del MIT en Estados Unidos, liderados por Liane Young, investigaron si inactivaciones cerebrales temporales podían afectar los juicios morales de voluntarios sanos. Este tipo de inactivaciones temporales se logran a través del uso de la técnica conocida como Estimulación Magnética Transcraneal (EMT), la cual consiste en formar un poderoso campo magnético encima de una zona de la cabeza, el cual a su vez induce un campo eléctrico que afecta la comunicación neuronal normal en la corteza cerebral que se encuentra debajo de la zona estimulada.
En esta investigación publicada en la revista PNAS (Disruption of the right temporo-parietal junction with transcranial magnetic stimulation reduces the role of beliefs in moral judgments. Proceedings of the National Academy of Sciences, 2010; DOI: 10.1073/pnas.0914826107) los científicos se preguntaron si la estimulación de una zona específica de la corteza cerebral conocida como la unión temporo-parietal (UTP) afectaba la decisión de voluntarios al presentárseles casos hipotéticos en los que debían emitir un juicio moral.
Los Casos
Los investigadores plantearon cuatro tipos de casos. Dos en los que las intenciones del sujeto eran negativas, y dos en las que eran neutrales. A su vez, en ambas clases había un resultado negativo y uno positivo.
Por ejemplo, en el caso de intención negativa con resultado neutral se planteaba una situación parecida a la que sigue: Graciela y su amiga están tomando un tour por una planta de químicos. Cuando Graciela llega a una cafetera para servirse café, su amiga le pide que le agregue azúcar al suyo. El polvo blanco junto a la cafetera es azúcar. Pero debido a que se encuentra en un recipiente que dice “tóxico” Graciela piensa que ese polvo es tóxico. Graciela pone la substancia en el café de su amiga. Su amiga bebe el café y no le pasa nada.
En el caso de intención negativa con resultado negativo, entonces se diría que la amiga había muerto.
Los investigadores encontraron un resultado sorprendente al interferir con el funcionamiento normal de la corteza UTP. Ellos descubrieron que al inactivar UTP los sujetos calificaban mas moralmente permisibles situaciones en las que un sujeto intentaba lastimar a otro, pero fallaba. Es decir, su juicio moral no era tan severo con Graciela si ella trataba de matar a su amiga, pero fallaba (porque el polvo había sido azúcar y no un tóxico). En cambio la inactivación de UTP no variaba el juicio moral sobre Graciela si en realidad su amiga si moría (porque el polvo había sido tóxico).
Pero, ¿cómo explican esto los investigadores?
Básicamente sugieren que mientras se encuentra inactiva la región UTP del cerebro, los voluntarios basan su juicio en el resultado de la acción más que en la intención que le adjudican al sujeto. De hecho, se sabe que esto es lo que ocurre en la infancia, y no es sino hasta que el cerebro madura más, que se empieza a incorporar la idea de las intenciones de los otros a la hora de emitir un juicio moral.
Para emitir un juicio moral generalmente se utiliza el conocimiento previo del individuo (creencia de la intención) y el resultado del acto. La sección amarilla en el diagrama indica la región cortical de la unión temporo-parietal derecha (RTPJ por sus siglas en inglés).
¿Podemos conocer las intenciones de los protagonistas del caso Paulette?
En realidad es increíblemente complicado conocer las intenciones de cada uno de los protagonistas en el caso Paulette. Tanto de los familiares, como de los funcionarios, como de los medios. Supongo que cada quién puede adjudicarle intenciones a dichos protagonistas basándose en nuestro conocimiento anterior de los mismos. Por ejemplo, podríamos pensar que los medios quieren rating para subir sus ventas y que los funcionarios quieren quedar bien con aquellos que los colocaron en esa función. Sin embargo, de los Padres de Paulette no tengo una creencia previa de sus intenciones. Únicamente conozco algunos detalles del escenario y del resultado, el cual todos sabemos ahora. Desafortunadamente, y aunque “yo” no quiera, mi cerebro generó (y sigue actualizando) un juicio moral. Ojalá pudiera inhibir la unión de la corteza temporo-parietal de mi cerebro hasta que la ciencia forense arroje sus últimos resultados. (Claro… siempre queda la posibilidad de no ver los noticieros ni leer los diaros hasta que se sepa el veredicto final… total tengo un par de artículos científicos que tengo que terminar de escribir).
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