Pues finalmente llegaron a su fin las vacaciones y es hora de ponerse a trabajar con gran entusiasmo. Para mi una de los aspectos mas agradables de las vacaciones es el poder ponerme al corriente – o al menos intentar ponerme al corriente- en la cartelera cinematográfica. Ahora en vacaciones salió la tercera parte de la trilogía de películas que comenzó con “La familia de mi novia” con Robert de Niro y Ben Stiller. Para poder gozarla plenamente, pues decidí rentar el DVD de la segunda parte, “La familia de mi esposo”. Un aspecto divertido de esa película es la trama en la que Jack Byrnes (Robert De Niro) se propone educar a su nieto como si fuera un adultito, y prohíbe terminantemente que cualquiera le hable con el tono de voz o las palabras melosas que solemos oír o hacer cuando nos dirigimos a los pequeños infantes.
Bueno, pues todo esto viene al caso porque justamente en el primer número de este año de la revista Cerebral Cortex, Katherine Travis, y sus colaboradores de la Universidad de Califonia en San Diego publicaron un artículo en el que se sugiere que los bebés de entre 12 y 18 meses de edad ya procesan el lenguaje como lo hace los adultos.
Para llegar a esta conclusión los autores utilizaron la técnica de magnetoencefalografía en combinación con imágenes de resonancia magnética estructural. Esto les permitió estimar la distribución espacio-temporal de la actividad cerebral selectiva para palabras en niños entre 12 y 18 meses de edad. La tarea consistió en ponerles a ver imágenes de objetos comunes y a escuchar palabras que entendieran. Un subgrupo de estos infantes también escuchó palabras familiares comparadas con sonidos. En ambos experimentos las palabras evocaron las típicas respuestas cerebrales relacionadas al eventos que ocurren cuando se escuchan palabras, y que aparecen a los 400 milisegundos después de que la palabra comenzó. En los adultos esta actividad llamada N400 es asociada con la codificación léxico-semántica y esta localizada en las cortezas frontotemporales del hemisferio izquierdo. Al igual que en los adultos los autores encontraron que la amplitud de la N400 también esta modulada por la exposición semántica previa, conocida como priming, y es reducida por palabras que son precedidas por un dibujo semanticamente relacionado. Estos hallazgos sugieren que tanto niños como adultos usan las áreas frontotemporales izquieras para codificar informacion lexico-semàntica.
Esto parece sugerir que después de todo existe algo de verdad en las aseveraciones de Robert de Niro en el papel de Jack Byrnes al decir que su nieto en la película entiende mas de lo que parece, sin embargo, como hemos mencionado en otros blogs, la aproximación cariñosa a los infantes trae consigo información de tipo emocional que va mas allá del simple significado semántico de las palabras, por lo que no tenemos porque sentirnos mal al balbucear borucas cuando estamos enfrente de un chiquillo o chiquilla que en realidad parece gozar con nuestras tonterías.
Muy interesante todo, es increíble como la ciencia y los descubrimientos avanzan .
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