Pues ya viene el mundial de futbol, y poco a poco nos han ido lavando el cerebro (como cada cuatro años) de que tenemos un equipazo digno de llegar hasta lo más alto del torneo. Sin embargo no nos engañemos, nuestro nivel no da para tanto, y muchos lo saben, como esa empresa que te regala la tele si México gana el famoso 5º partido y llega a semifinales. Pero, ¿por qué ocurre eso?, ¿por qué nos seguimos entusiasmando tanto? Henry Chase y Luke Clark de las Universidad de Nottingham y Cambridge respectivamente, recién publicaron un artículo que podría ayudarnos a entender nuestra patológica afición al ya merito.
El truco de las maquinitas tragamonedas.
En su artículo publicado en el Journal of Neuroscience en Mayo de este año, los autores estudiaron el efecto de no ganar por tantito (near-miss) en un juego de azar. Es decir, si tienes una máquina tragamonedas, solo ganas cuando tienes cierta combinación de resultados, por ejemplo digamos tres cerezas. Pero si te sale primero una cereza, luego una segunda cereza, y luego en la tercera columna de la maquina tragamonedas, te sale la manzana que esta antecito de la cereza, entonces claramente no ganaste por tantito, aunque en realidad no ganaste, y punto. La máquina no te da nada de dinero.
La excitación del "ya merito ganamos"
Los autores hicieron un experimento en el que en vez de tres columnas utilizaban dos, pero el principio de no ganar por tantito era el mismo, solo se daba dinero si las mismas imágenes de las dos columnas se emparejaban, pero si se pasaba por una, o le faltaba una, entonces no se daba dinero, pero si se consideraba una instancia de no ganar por tantito.
En el estudio participaron apostadores que variaban desde apostadores ocasionales, hasta apostadores patológicos. Los investigadores pusieron a cada apostador en la máquina de resonancia magnética, y mientras los apostadores “jugaban” con la tarea de la máquina tragamonedas, los investigadores tomaban imágenes funcionales de sus cerebros. El propósito de sacar imágenes cerebrales funcionales era analizar el patrón de actividad de una región cerebral rica en el neurotransmisor dopamina y que ha sido asociada previamente no solamente con el acto de ganar dinero en las máquinas tragamonedas, sino de otras adicciones en general. Hay que recordar que la dopamina es un neurotransmisor que está involucrada en muchas funciones, incluyendo en el procesamiento de recompensas naturales como el sexo, o el chocolate. El estudio reveló un incremento importante en la actividad de esta región, conocida como el estriado ventral. Sin embargo lo más sorprendente del estudio es que se observó un incremento de actividad no únicamente cuando los sujetos ganaban dinero en la apuesta, sino que también se observó un incremento significativo de la actividad en los eventos cuando no ganaban por tantito. Al parecer, ese incremento de actividad en la vía neuronal asociada a las recompensas durante los ensayos de no ganar por tantito podría servir para soportar la conducta de juego, aún y cuando en realidad no se esté ganando nada.
Entonces, tal vez este estudio podría ayudarnos a entender esa euforia de cuando perdemos con el típico gol de último minuto, o durante la maldición de la serie de penales en las que siempre perdemos. Sin embargo no importa que no ganemos, al parecer podríamos seguir sintiendo el dopaminazo siempre y cuando solo perdamos por tantito. Bueeeno, eso si no te embarcaste con la super tele de 50 pulgadas!.
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