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lunes, 21 de febrero de 2011

Juayderito, o dónde demonios quedo mi circuito caudado-fusiforme.

Se quiera o no, este mundo cada vez esta mas interconectado. Cada vez es mas fácil, y mas necesario, interactuar con gentes de otros países. El asunto aquí es que al menos en nuestro mundo occidental el idioma cuasi oficial para comunicarnos con los extranjeros que no hablan español es el idioma inglés.

Es por eso que cada vez se hace mas énfasis en que los niños aprendan un segundo idioma que les permita tener una herramienta mas para desarrollarse en este mundo. Y esto me lleva a la siguiente pregunta: ¿porque hay niños a los que se les facilita mas aprender a hablar un segundo idioma?. Yo me recuerdo dándome de topes contra el condenado libro de inglés porque nomas no daba una, mientras que veía que algunos cuates inmediatamente pescaban el “inglish” al vuelo.



Bueno, pues recientemente se publicó en Febrero un estudio interesado en este problema (el de adquirir un segundo idioma, no el de porque yo me daba de topes contra el libro). Tan, Chen, Yip, Chan, Yang, Gao y Siok, del laboratorio de Ciencias Cerebrales y Cognoscitivas de la Universidad de Hong Kong en China publicaron en PNAS el artículo titulado “Activity levels in the left hemisphere caudate-fusiform circuit predict how well a second language will be learned”, o lo que mas o menos quiere decir “Los niveles de actividad en el circuito caudado-fusiforme del hemisferio izquierdo, predicen que tan bien se va a aprender un segundo idioma”.

Para este estudio utilizaron resonancia magnética funcional para obtener la actividad cerebral de niños de 10 años de edad mientras realizaban una tarea de decisión léxica ya fuera en su idioma materno (chino) o en el segundo idioma (inglés). Todos los niños estaban en el mismo sistema escolar y en el mismo nivel de inglés. Durante el experimento se les pidió que leyeran un texto en inglés antes de entrar al resonador. Una vez en el resonador se les mostraban palabras en inglés como “bucket”, o seudopalabras, como “yall”, y tenían que identificar si cada palabra era real o no. Lo interesante de aquí es que para evaluar su avance, estos niños volvieron a ser escaneados un año después.

¿Cuales fueron sus resultados?

Bueno, pues los resultados fueron bien interesantes. El análisis del primer estudio cerebral arrojó que los niveles de actividad del nucleo caudado y el giro fusiforme del hemisferio izquierdo correlacionaban con el desempeño que los niños habían mostrado en el inglés. Pero eso no fue todo, cuando los investigadores volvieron a evaluar a los niños un año después, se dieron cuenta que la actividad que habían encontrado un año antes, predecía el nivel de adquisición de la segunda lengua que habían tenido los niños!. De hecho, el análisis de la actividad cerebral que se tomó al final del año, seguía correlacionando con el nivel de desempeño de cada niño. Por esto, los autores concluyen que los niveles de actividad del circuito caudado-fusiforme del hemisferio izquierdo predicen el potencial de aprendizaje de un segundo idioma.

 
Esta es una conclusión sorprendente. Tomada con todas las reservas del escepticismo, pues esto querría decir que midiendo la actividad del circuito caudado-fusiforme, uno podría pronosticar que tan difícil o fácil le va a hacer a un chavo el aprender un segundo idioma. Te imaginas! Se podría planear cuantas clases a la semana necesitaría para que sea bueno en el inglés, o si de plano, pues ahí muere el asunto. Claro que no es para darse por vencido!, uno no tiene que ser experto en inglés para llegar a grandes alturas en el trabajo. Ya ves, justo la semana pasada nos regaló el destino un claro ejemplo de como puedes brillar en unos aspectos aún y pudiendo tener atrofiado dicho circuito. Claro que de refilón pues el teacher López Dóriga se convirtió en una mas de las estrellas, no del canal de las estrellas, sino de youtube! (eso me hace reflexionar que que bueno que nunca se me ha filmado mientras farfullo in inglish!).
 
 
http://www.youtube.com/watch?v=L4ohnoecUbY

lunes, 14 de febrero de 2011

Amor y Dolor... una historia neuronal.

Ahora que estamos en el famoso 14 de Febrero, día de San Valentín, pues no queda mas remedio que escribir un blog sobre el amor y la amistad. Pero te preguntaras porque metí como título “el amor y el dolor” justo en el día del amor y la amistad. Pues pienso que el título es mas que adecuado si tomamos en cuenta que la Iglesia Católica reconoce a tres santos diferentes con este nombre, y los tres fueron martirizados de forma muy dolorosa.

Restos de San Valentin (o por lo menos de uno de ellos...)

Incluso en un artículo publicado en PLoS ONE en el 2010 se hace referencia a está relación. Younger, Aron, Parke, Chatterjee y Mackey titularon a su artículo “ Viewing Pictures of a Romantic Partner Reduces Experimental Pain: Involvement of Neural Reward Systems”. En este artículo los autores exploran las bases cerebrales de la relación entre el enamoramiento y la tolerancia al dolor. Dos antecedentes son fundamentales para este experimento. Primero, Master y colaboradores encontraron en el 2009 que la exposición a fotografías del ser amado reducen la sensación al dolor inducido experimentalmente. Y segundo, diversos estudios han confirmado el descubrimiento inicial de Bartelis y Zeki del 2000 que encontraron que el mostrar fotografías del ser amado produce la activación de circuitos relacionados a los sistemas de recompensa así como de regiones relacionadas al afecto.

Que se hizo?

Los autores de este estudio hipotetizaron que la reducción del dolor evocada por ver fotografías de la pareja romántica podría estar asociada a la activación de los centros que procesan recompensas. Para comprobar esta hipótesis examinaron a 15 sujetos muy enamorados cuya relación no hubiera pasado de nueve meses (supongo que para que todavía estuvieran en esa etapa de enamoramiento ciego!). Los sujetos fueron examinados bajo tres condiciones que consistían en ver fotos de sus pareja, ver fotos de alguien que se les hiciera tan atractivo como su pareja, o hacer una tarea de asociación de palabras muy absorbente, la cual se ha demostrado que reduce la percepción del dolor. Y los mas importante, los sujetos debían de hacer estas tareas mientras eran sometidos a una escala de dolor por temperatura que comenzaba de nada de dolor a mas dolor.

Que encontraron.

Activaciones durante la exposición a las fotografias de la pareja mientras se estaba sometido al dolor

Sus resultados de las resonancias magnéticas funcionales confirmaron sus hipótesis. El ver fotografías de la pareja sentimental, al igual que ejecutar la tarea absorbente, incrementaron la tolerancia al dolor, aunque solamente el ver las fotos de la pareja fue asociado a la activación del sistema de recompensa. Como hemos visto en otros blogs, ese sistema incluye la activación de la cabeza del caudado, el acumbens, la corteza orbitofrontal, la amígdala (relacionada a las emociones) y la corteza prefrontal dorsolateral.

Y bien?
 
Bueno, pues estas son buenas noticias. Ya sabes, cada vez que vayas a tener una situación potencialmente dolorosa, pues saca la foto de tu amor de la cartera, y eso te ayudará a aguantar mas la pena. Claro que uno podría ponerse a pensar si después de algunas ocasiones no comenzarás a asociar esa foto con el dolor... y bueno, pa´que te digo las posibles consecuencias!.