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sábado, 10 de diciembre de 2011

Entrenamiento mental y la lectura (o la falta de ella)

Esta semana se conjuntaron algunos factores que me despertaron del estupor literario en el que quedé atorado el último mes. Resulta que en el último número de Neuron, los investigadores Ranganath, Flegal y Kally del Center for Neuroscience  de la University of California en Davis publicaron un artículo titulado “Can Cognitive Training Improve Episodic Memory?”. En este artículo los autores externan una opinión informada sobre las diferentes estrategias que se usan para intentar mejorar los procesos cognoscitivos a través de diferentes tipos de entrenamiento “mental”.


Comienzan por revisar las estrategias de entrenamiento mnemónico que fueron desarrolladas por muchas culturas antes del advenimiento de la escritura, y que incluso llevaron a la personificación de la memoria en Mnemosina, hija de Gaia y Urano, y procreadora de las nueve musas junto con Zeus, dentro de la mitología Griega. Sin embargo, los autores aclaran que dichas técnicas, aunque pueden en realidad ser efectivas, no generalizan sus beneficios a otros procesos cognoscitivos, sino que únicamente mejoran la memoria. Aún recuerdo que cuando andaba de postdoc en Bethesda, Estados Unidos, pasaban unos infomerciales anunciando una técnica de memorización que garantizaba una super memoria. Como buen investigador en el tema, decidí comprarlos por mera curiosidad y, como los autores mencionan, si me sirvieron para mejorar algunos aspectos, pero ni siquiera se generalizó el entrenamiento a otros tipos de memoria que no fuera recordar algunas listas del super.


Los autores también revisan otro tipo de entrenamiento, el cual me pareció muy interesante. Se refiere a un entrenamiento que surge a partir de la idea de que parte del deterioro cognoscitivo se da a partir de deficiencias sensoriales. Una compañía fundada por el Dr. Michael Merzenich, profesor emérito de la Universidad de California, apuesta a una mejoría cognoscitiva basada en el entrenamiento perceptual auditivo. Su grupo desarrolló un sistema de entrenamiento auditivo en el que enfatiza en distinguir sonidos que aunque son similares, no son idénticos. Ellos han demostrado que este entrenamiento permite a adultos mayores un mejor desenvolvimiento social, ya que entienden mejor las pláticas en general. En este sentido también hay entrenamientos de la memoria de trabajo, que plantean que dicha práctica se generaliza a otras esferas cognoscitivas.

¿y todo esto sirve?

Sin embargo, los autores también sobrepesan la evidencia que sugiere que dichos entrenamientos no se generalizan, y que incluso algunos estudios no están bien diseñados, ya que pudieran excluir de sus resultados a aquellos sujetos que se salen del estudio por no ver avances. O incluso también resaltan que típicamente los investigadores solo publican los resultados positivos, dejando archivados los resultados que no encuentran ningún beneficio de los entrenamientos, lo cual no permite vislumbrar el verdadero panorama del efecto de dichos tratamientos.


Bueno, y al final, después de leer todo esto, ¿que se saca? Mi experiencia personal me dice que el entrenamiento mnemónico tiene una utilidad limitada, pero el auditivo perceptual pudiera tener un impacto más grande. Por ejemplo, de acuerdo a Bart Boets y su grupo de Bélgica, el deficiente procesamiento auditivo pudiera predecir problemas de la lectura más adelante (Research in Developmental Disabilities, 2011). Esto podría explicar porque algunos individuos tienen problemas de la lectura. Básicamente se pudiera decir que tienen problemas del oído que no les permiten un sano desarrollo. Los tratamientos cognitivos como los propuestos por Merzenich pudieran ser de gran utilidad no solo para los adultos mayores, sino también para todo aquél que le cueste trabajo leer.

2 comentarios:

  1. ¡Ah pilluelo, caí!¡Creí que ibas a hablar de Peña, Cordero o Córdova y las neurociencias! En fin, será para la próxima...

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  2. Mi Estimado Raúl, pues si lo lees hasta el final, veras mi recomendación para Peña Nieto y demás ilustres personas, jajaja!

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